El cheesecake es un postre delicioso y popular que ha existido durante siglos. Su origen se remonta a la antigua Grecia, donde se preparaba con queso ricotta y miel. Los griegos lo llamaban "τυρόπιτα" (tyropita), que significa "pastel de queso".
Durante la Edad Media, el cheesecake se extendió por Europa y se adaptó a los gustos locales. En Italia, se agregaron huevos y azúcar, mientras que en Francia se incorporó la crema. En el siglo XVIII, el cheesecake llegó a América del Norte con los colonos europeos.
En los Estados Unidos, el cheesecake se convirtió en un postre muy popular, especialmente en Nueva York. La ciudad de Nueva York es conocida por sus deliciosas cheesecakes, y hay muchas panaderías y restaurantes que ofrecen una variedad de sabores y estilos.
Hoy en día, el cheesecake se disfruta en todo el mundo y ha evolucionado para incluir una amplia gama de ingredientes y sabores. Algunos de los sabores más populares incluyen fresa, chocolate, arándano, limón y dulce de leche.
El cheesecake es un postre versátil que se puede disfrutar en cualquier ocasión. Se puede servir frío o caliente, con o sin cobertura, y con una variedad de acompañamientos, como frutas, nueces, chocolate o mermelada.
- Ingredientes:
- 250 g Galletas tostadas molidas
- 100 g Mantequilla sin sal
- 600 g Queso crema tipo philadelphia (Queso crema untable)
- 400 g Leche condensada
- 500 ml Nata para montar o crema de leche para batir
- 8 Hojas de gelatina o 14 gramos de gelatina o grenetina en polvo)
- Al gusto Ralladura de limón sin nada de blanco
- Una cucharadita de zumo de limón
- Al gusto Mermelada de arándanos
- Molde desmontable de 23 cm de diámetro
- Papel de hornear
- Hoja de acetato (Sirve también papel de hornear)
Preparación:
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Preparamos la base de la tarta picando las galletas hasta reducirlas a polvo, fundimos la mantequilla unos segundos al microondas y la vertemos sobre las galletas molidas, mezclamos muy bien, colocamos la mezcla de galletas en el molde desmontable al cual le pondremos papel de hornear en el fondo y papel de acetato o de hornear por los laterales interiores para que sea muy fácil desmoldarla, colocamos la mezcla de galletas hasta que quede una base firme y compacta, la dejamos reservada en la nevera.
En un bol amplio ponemos abundante agua fría en la cual hidratamos las hojas de gelatina unos 5 minutos.
En un bol amplio ponemos la nata pero antes reservaremos unas 5 cucharadas, el resto de nata la batimos bien fría y con varillas eléctricas hasta que forme picos suaves solo hasta semi-montarla, la reservamos en la nevera.
En un recipiente amplio ponemos el queso crema, la leche condensada, una cucharada de zumo de limón y un poco de ralladura de piel de limón, batimos hasta incorporar bien todos los ingredientes, calentamos la nata que reservamos durante unos segundos en el microondas, después disolvemos en la nata la gelatina hidratada y bien escurrida, mezclamos la gelatina con la crema de queso y leche condensada batiendo un poco, añadimos la nata semi-montada con cuidado de que son se baje, una vez todo bien incorporado se vierte sobre la base de galletas, dejamos en la nevera de 4 a 6 horas o hasta que se cuaje.
Desmoldamos la tarta y la colocamos en la bandeja de servir, cubrimos por encima la tarta con la mermelada y listo para disfrutarla. La reservaremos en la nevera para que este bien fresquita antes de servir.
Para este cheesecake yo prepare la mermelada que es muy sencilla, solo debes poner un recipiente a fuego medio un poco de azucar, arándanos, agraz y fresas troceadas, deja que hierva a fuego bajo, mezcla de vez en cuando hasta que este al punto que te gusta, ni muy liquido ni muy espeso, recuerda que cuando enfría va a tomar mas consistencia así que no te pases. No te imaginas la delicia y para mi gusto es mejor prepararla.
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